Cáñamo para la bioconstrucción

Se denominan así a las mezclas que además de agua y cal o cemento (preferiblemente blanco) adicionan diferentes materiales, más ligeros que la arena y la grava, con la intención dotar a la mezcla de propiedades de aislamiento térmico, acústico o hídrico.
El componente ligero de la mezcla, puede ser corcho, cortezas, viruta de madera, madera de cáñamo, de lino, esparto, y en general troncos fragmentados de especies no arbóreas, incluso turba.
También puede ser arlita, bolas de forespan, trozos de plástico duro y materiales no vegetales con bajo peso específico. Es muy importante a pesar de que sean útiles, tratar de prescindir de aquellos que no son naturales para no separarnos de los preceptos de la bioconstrucción que definimos en otros capítulos.
Hoy en día están promocionándose varias composiciones de morteros de cáñamo con diferentes nombres comerciales, pero en definitiva son en esencia lo mismo, cáñamo con o sin cal, tratado en autoclave o no tratado. Batichanvre, hempcreet, cannabric, isochanvre, hemphasis y cannahabitat, tradical, etc
El cáñamo para morteros aislantes es muy adecuado porque su densidad media es sólo de unos 135 kg por m 3 y su conductividad térmica de 0,05 W / mK, lo que genera un buen comportamiento contra el enfriamiento de la construcción.
Los pedazitos de madera que se utilizan rondan entre los 5 y los 25mm, y es llamada cañamiza, la parte mas dura de la planta, el tejido del xilema, lleno de tubos o traqueidas, con un alto contenido de aluminio silicatos.
Es decir que los espacios por los que discurren agua y nutrientes para la planta, y que además son tejidos de soporte, los utilizamos en seco y fragmentados por su propiedad de conducir no sólo agua sino aire, y a la vez crear con ese volumen de aire un efecto de colchón aislante. Además favorecen la carbonatación de la cal, es decir su endurecimiento con el tiempo, hasta convertirse de nuevo en piedra caliza, al cabo de muchísimos años gracias a la acumulación de carbono gaseoso que la pared va absorbiendo.
Es muy importante que el cáñamo tanto antes de usarlo como después, no esté expuesto a la acción de ninguna fuente de humedad o capilaridad y, si es inevitable, esta zona, deberá estar convenientemente drenada y con una capa de hormigón impermeable como contención preventiva.
La mezcla de cáñamo y cal, más algunos aditivos, es la formulación comercial envasada, pero de un modo más genérico, todas se trabajan como mortero aligerado mas o menos del siguiente modo.
Se incorpora a la hormigonera por cada 100 litros de cáñamo unos 35 kg de cal y 5 kilos de arena, y unos 40 litros de agua.
Este valoración tomada de una página comercial es una mezcla rica en cal, tal y como recomiendan los principales vendedores de cal hidráulica, líderes en el sector, sobre todo Francia.
Las mezclas son muy variables y en el muro del baño descrito en la foto de este capítulo y de los anteriores se incorporó mas arena de lo comúnmente usado, así como un poquito de cemento gris, lo cual no es estrictamente necesario, e incluso para los mas puristas en bioconstrucción no es adecuado en modo alguno, pero en nuestro caso si fue importante para conferir más resistencia a la mezcla y adherencia para la cola de los azulejos.
En general los cementos son fabricados teniendo en cuenta como materia prima principal la cal, pero de unas calidades y capacidad de reacción altas, por eso las canteras de roca caliza muy pura son a su vez fábricas de cemento. Sin embargo al cemento se le añaden más productos químicos, que básicamente son aceleradores del fraguado y sobre todo muy cargados en química, cuando se fabrican de hormigón liquido de plantas de las que salen las típicas cubas que van a obra, para inyectar o para cimientos de obra civil.
Sin embargo el proceso natural original es más sencillo y no lleva tantos químicos, y fue utilizado por egipcios, aztecas y romanos.
Básicamente se muelen muy fina e íntimamente la caliza CaO, junto a las arcillas en proporciones justas, de manera que los componentes de la arcilla SiO2, A1203 y Fe2O3 quedan muy mezclados, con la cal.
Ese polvo crudo se hornea y al salir se llama clinker al que finalmente se le adicciona yeso como retardante, moliendo ambos componentes y mezclándolos en corriente de aire. El resultado es el cemento Portland.
En 1824 un albañil inglés llamado Joseph Aspdin patentó el cemento Portland, llamado así por parecerse mucho al aspecto de las rocas de la isla caliza del mismo nombre. Más tarde David Saylor comenzó la fabricación del cemento en América.
Por tanto en la estructura de la bioconstrucción deben usarse cementos naturales o cal hidráulica rica en aluminio silicatos y minerales, y en lugar de hierro, bambú o acero inoxidable.
Se debe evitar el uso del hormigón armado, porque crea tensiones internas constantes de tracción sobre el edificio y altera el campo magnético natural, que a su vez altera la glándula pituitaria que libera melatonina en la noche cuando nuestro cuerpo está regenerándose, por lo que estos agentes externos alteran nuestro campo vibracional.
El cemento Pórtland actualmente posee cenizas volátiles y escorias siderúrgicas que afectan a la salud, y favorece la conducción del gas radón radioactivo desde el subsuelo, acumulándose en los espacios inferiores de las viviendas. Además, su vida útil no es tan larga en presencia de humedad y provoca la oxidación prematura de la ferralla debido a la conductividad asociada al fenómeno de par-galvánico. Es algo parecido a una pila y en el extremo de mayor diferencia de carga es mas rápida la corrosión del material más electronegativo.
Hasta que el edificio no se derrumba el daño no es apreciable a simple vista.
Por otro lado el hormigón armado reduce nuestra energía vital porque su índice, como ya comentamos anteriormente, es inferior a los 3600, y lo normal para el ser humano es de 6400 Bovis. Sin embargo la arcilla es muy positiva porque su vibración energética es de 7200 Bovis y en lugar de debilitarnos, aporta Energía Vital.
Tal vez muchos habéis podido comprobar el confort y la acogedora sensación que proporciona una casa de adobe, no digamos ya si además tiene un porche y un buen jardín asociado a la vivienda.
Pues bien, retomando el concepto de mortero aligerado, y teniendo en cuenta todo lo relacionado con el cemento y los hormigones armados, es más fácil comprender la idoneidad de utilizar materiales ligeros y limpios. Estos morteros aligerados se utilizan en zonas como baños, suelos, y paredes que no tienen funciones resistivas, aunque luego indicaremos una salvedad.
En bioconstrucción al renunciar al hierro se emplean otras soluciones, como los muros autoportantes, que soportan su propio peso, y en cimentaciones, zapatas ciclópeas, que ahora explicaremos, o bien como material de carga, la cal, sobre una estructura de bambú, caña, madera, fibra, etc, pero en cualquier caso, sustituyendo el hierro, conductor de las energías telúricas peligrosas.
En cimentaciones, la parte resistiva más importante, se llama hormigón ciclópeo porque sirve para crear un tipo de cimiento o zapatas grandes que sustituyen el volumen por la resistencia del hierro. En lugar de usar cemento gris y hierro, utilizamos cemento blanco y cal para crear el hormigón en masa que vertemos sobre un hueco grande de cimentación que puede ser por ejemplo en U, y se rellena con piedra grande. No sirve para soportar grandes pesos, pero si es suficiente para una casa de dos plantas construida con termoarcilla, ladrillo o incluso barro. También para piedra, pero usándola preferentemente sólo en la planta baja y la parte de arriba en madera.
La función resistiva o estructural del edificio puede obtenerse también en su totalidad con madera, en lugar de vigas de hierro y pilares de hormigón armado.
Habitualmente las casas construidas con cañamiza y cal poseen la estructura de madera en dos plantas y los muros se construyen con la mezcla de cáñamo y cal, que es suficientemente ligera para ella y sirve además como, aislante térmico y acústico.
Pero también pueden realizarse muros autoportantes, en los que el cáñamo sobrepasa anchuras de 40 cm en algunos casos. El concepto es tan sencillo como dimensionar las cargas en función de la resistencia a la compresión que posee este material, y del que se ha dicho que puede llegar a ser mayor que el acero, pero hay que señalar que esto ha sido siempre referido a las fibras del cáñamo en estado puro, es decir cuerdas y cabotajes para barcos.
Pues bien, en muros el cáñamo si posee una resistencia específica de unos 14,00 kg/ cm2 a los 28 días. Esto se refiere a las mezclas mas sencillas que sólo constan de cañamiza y arcillas. Por tanto en construcciones de una sola planta podría usarse el muro de cáñamo como estructura de apoyo del techo, calculando adecuadamente las cargas.
A medida que vamos subiendo en altura ya requerimos de mayores cálculos de resistencia así como incorporar en la mezcla mayores dosis de cemento blanco o incluso fibra pura de cáñamo, soluciones arquitectónicas de bóvedas y arcos, aligeramiento de la cubierta en materiales o directamente cúpulas completas.

«El Muro » del que hablaba Pink Floid, no es precisamente de mortero aligerado de cáñamo. Es un muro de hormigón durísimo, y en el que ya sabemos cual es el cemento.
Ironizando la frase de Descartes…..« Ego, ergo sum»
Sin embargo hay otra actitud más sana, que ayudará a ricos y pobres a recuperar la tierra, nuestra segunda casa, gracias a espacios de vida que iremos creando por consenso.

Fuente: cannabismagazine.net

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